Aunque cada vez es menos frecuente, todavía hay personas que se molestan en enviar tarjetas de felicitación navideñas. ¡Es una costumbre muy bonita!. Yo las suelo ir acumulando en una bandejita en la entrada de casa. Mi madre las ponía encima de la tele, pero esto ya no es posible con las teles planas de ahora (a no ser que no os importe dejar de ver parte de la pantalla, claro). O se pueden colgar del árbol. Pero en general, pasa la Navidad y no las hemos lucido. Y da pena tirarlas!!
Aquí tenéis unos cuantos ejemplos de qué hacer con las tarjetas navideñas que vayáis recibiendo (las que recibáis por e-mail se pueden imprimir a color y utilizarlas con las demás).
(este tiene tutorial)
(basta con una cinta ancha que podéis comprar en cualquier mercería, y pincitas decoradas)
Animáos a hacer alguno de estos, o algún otro que os inspire, y si queréis, mandádme alguna foto que me encantará verlo!!! Y cada vez que recibáis una postal navideña, ya tendréis un sitio destacado donde colocarla.
Yo las suelo poner en el mueblecito de la entrada, aunque este año igual me animo a ponerlas en la puerta como en la cuarta foto!
ResponderEliminarOtra cosa será que me anime a enviar postales navideñas que soy muy vaga!! (aunque me gusta recibirlas ;) A ver si este año nos animamos!