Teniendo varias amigas con niños y niñas a su cargo, y algunos sobrinos (confirmado que el próximo será una nena), ha llegado el momento de dedicar una entrada, y no será la última, a las habitaciones infantiles. Dado que es un tema extenso, lo vamos a trabajar en dos partes: desde el punto de vista funcional y desde el punto de vista estético.
Más allá del estilo, de los textiles, o la carta de colores a utilizar, hay unas reglas básicas que en mi opinión debemos mantener en cualquier casa, y que no deben olvidarse nunca, nunca, y sobre todo, en las habitaciones infantiles:
- Las casas son para vivirlas y disfrutarlas. Nada de habitaciones museo, ni materiales delicados que condicionen el uso de la habitación, ni estrambóticos diseños que compliquen la vida diaria. Esto es especialmente importante en habitaciones infantiles. Y se traduce en que esté todo a su medida, que lo puedan manipular y que los niños se sientan cómodos.
- Atención a la seguridad. Y en especial en sus habitaciones: enchufes, cables, ventanas, escalones, radiadores y esquinas varias. Podemos beneficiarnos de los actuales materiales ignífugos y no tóxicos. Muebles anclados, y por los que no se pueda trepar. Seguro que los que tenéis niños sabéis perfectamente de lo que son capaces.
- Facilidad de mantenimiento. Y esto hay que llevarlo al extremo en el caso de habitaciones infantiles, porque van a darle un uso más intenso y extremo a todo: paredes con pintura o papel lavable, alfombras fáciles de limpiar y muebles que no sean delicados en exceso.
Lo ideal de la habitación infantil (y de todas, por supuesto), es que sea de tamaño cómodo (ni muy pequeña ni muy grande), que esté bien iluminada por luz natural, y que se pueda ventilar correctamente. Que no esté en zona de paso de la casa, a poder ser que el exterior sea tranquilo (sin tráfico ni bullicios) …. En fin, que sea ideal, por supuesto.
Y en cuanto al mobiliario básico, depende de la edad del niño, pero siendo un bebé, con la cuna, un cambiador, un armario (si invertimos en un buen armario inicialmente, o si tenemos el lujo de tener uno empotrado, nos servirá muchos años), y un sillón confortable para alimentar al bebé, es más que suficiente.
Según los nenes crecen, hay que añadir contenedores varios para los juguetes y una estantería o baldas para los libros. Y cambiar la cuna por una cama. Es preferible tener los muebles básicos y espacio para jugar, que muchos muebles auxiliares que no aportan funcionalidad y restan metros.
(podéis ver los proyectos completo si 'pinchais' en las fotografías)
Otro día, más habitaciones de nenes.
Una monada de cuartitos. Te sigo.
ResponderEliminarUn beso
Jone